Jovenes Pordioseros
Emulando a aquellos equipos de fútbol que se sienten ganadores cuando están en su estadio o cerca de él, los Jóvenes Pordioseros ensayan, atienden a la prensa y delinean su futuro en la periferia del barrio de Mataderos, a sólo 15 minutos de su Lugano amado. Desde un cuarto lindante al que en pocos minutos Cristian "Toti" Iglesias y Alvaro "Pedi" Puentes atenderán a 10Música, suena una furiosa interpretación de “Espadas y serpientes”, el clásico de Attaque 77 que los Pordioseros vienen reversionando hace algunos meses. A la pasada, el baterista Adrián “Chori” comenta la problemática de tocar rock con un clima que acaricia los 30º y una humedad que satura a Buenos Aires, mientras que su compañero de base, el bajista Federico "Sikus" Sika, asiente con la cabeza. Así, en la misma sala de ensayo que fue testigo de prolongadas tertulias entre los Pordioseros y sus amigos de Callejeros, Toti y Pedi se sientan a conversar con nosotros. Sin dobles mensajes y con una honestidad que roza el paroxismo, la voz y el guitarrista del grupo reivindican a los barrios bajos, apuntan contra la intelligentzia del rock vernáculo y, entre otras cuestiones, analizan las consecuencias de aquel ensayo abierto en el Teatro de Flores, cuando los Callejeros volvieron a los escenarios y desataron un huracán.Hace 6 años que vienen creciendo de manera ininterrumpida, ¿hoy se siente cómodos con el rótulo de “banda stone”?Toti: Ya no nos interesa. Nosotros estamos bien y seguimos tocando. A los que les gusta bien y a los que no también. Ahora hacemos un cover de Attaque 77, “Espadas y serpientes” y también hacemos “Satisfacción” de los Stones… Pedi: Escuchamos otra música también. En el último disco hicimos una cumbia de Los Lamas en una versión tan rockera que parece un tema nuestro. Yo creo que los rótulos es algo que manejan los demás y no nosotros. También, en el último disco metimos un sampler y una “maquinola” en un tema medio disco. Si nos señalan como “rock stone” y hay cosas nuestras que no están en esa línea, será laburo del que nos rotuló para ver a donde nos pone ahora. Yo creo que ese rotulo nos lo pusieron por nuestro público y porque venimos de esa movida de los ‘90, donde veíamos en las revistas a las Viejas Locas, los Caballeros de la Quema, La Renga y esas cosas que ahora le dicen “stone”.Se señala constantemente la baja calidad que está teniendo el rock argentino y muchos culpan a bandas como ustedes, Callejeros, La 25, etc. ¿Eso les resulta molesto?Toti: Estamos en un momento en el cual ya no nos preocupan esas cosas. Nosotros creemos mucho en nuestra verdad. Hay cosas que te la da nada más que el tiempo. Por ejemplo, si nosotros nos vestimos con tutú para una foto, nos dirían que somos un desastre. Ahora, si eso lo hace un chabón consagrado como Charly (García) todos dicen que es un fenómeno.Pedi: Más allá de la parte musical, todas las manifestaciones culturales salen de la parte más baja de la sociedad. Toda esa gente que minimiza a este rock, se está perdiendo de algo que está pasando. Te puede no gustar la cumbia villera, pero hay una realidad que está contando. Son cosas que existen y no impuestas. Los que generan estos fenómenos no son las bandas, es la gente. Nosotros estamos representando algo que pasa abajo y esa gente nos hizo crecer…Los está siguiendo mucho público menor de edad, y en algunas de sus canciones está muy presente el tema de las drogas y el alcohol. ¿Cómo manejan el tema del mensaje?Toti: Yo no pienso en los temas que voy a hacer. El otro día hice uno que dice “Estoy mandibuleando por la calle”, como que el chabón vio a la piba de sus sueños y no se pudo acercar ni le pudo hablar… Soy consciente de que tengo que tener cuidado. Ya habíamos dicho “aspirar” y “fumar” en los primeros dos discos. Hacerlo en el tercer disco era como volver a lo mismo. Además, cuando tocábamos esos temas, lo hacíamos para 1.500 personas que iban a Cemento a las 4 de la mañana. Hoy, cuando tocamos temas como “Dale que va, dale aspirá”, le explicamos a la gente que el que se droga no es un fenómeno, al contrario, es un enfermo. Pero obviamente las canciones están y la realidad está ahí. Yo tengo problemas importantes con eso… ¿De que voy a escribir? ¿Que soy un pibe sobrio que va a la iglesia? No, no lo sentiríamos.¿De qué manera vivieron lo que pasó en El Teatro de Flores, cuando aparecieron a tocar con ustedes los Callejeros?Pedi: Cuando ellos aparecieron a tocar esos dos temas, fue una alegría. Eso duró menos que un pedo en una canasta, porque al toque se pudrió todo. Cuando aparecieron a tocar, recuerdo que me puse a llorar y flasheaba porque estábamos haciendo historia…Toti: Aparte, no sabíamos que iban a caer los pibes. Sabíamos que venían, pero… te digo: el tecladista nuestro se enteró en el momento cuando estaba tocando. Yo había pasado por la sala de ellos y les había dicho que vinieran, pero en ningún momento, ¡te lo juro por mi abuela!, les había dicho que vengan a tocar. Lo de tocar estaba en el aire. Habíamos tenido un par de charlas en Córdoba, mientras nos chupábamos un par de tragos. Yo ya les había dicho: “mientras avisen, nunca van a poder tocar”. Yo creo que a la gente del lugar los sobrepasó el tema. Tener a Callejeros tocando en su boliche no es fácil y no supieron como manejarlo. Entonces vinieron las agresiones y después vinieron los medios que resaltaron todo: Callejeros tocando, hubo quilombo, le pegaron a uno, fueron al hospital, comunicados de prensa… levantaron todo el circo ese.A partir de ese hecho se resaltó mucho más la relación entre ambas bandas. ¿Sienten que la opinión pública los está censurando por ser amigos de Callejeros?Pedi: Sí. Hasta nos han suspendido recitales. Por ejemplo, en San Juan ya habíamos probado sonido con una cola de 1.500 personas, y apareció una persona 5 minutos antes para decirnos que faltaba un papel y nos levantó el recital. Entonces, el público rompió todo: autos, locales, nos apedrearon el micro. La policía les pegó a los pibes con palos y balas de goma. Un quilombo.Más allá de este tipo de cosas, ¿el sueño que tenían cuando empezaron se cumplió?Toti: Sí, hemos cumplido muchos sueños.Si hace 10 años, alguien te golpeaba la puerta de tu casa de Lugano y te contaba todo lo que ibas a vivir con la música, ¿qué reacción hubieses tenido?Toti: Lo habría sacado a patadas en el culo. No le hubiese creído nada.
sábado, 24 de noviembre de 2007
Jovenes Pordioseros
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